30/8/11

Ciudad de Cristal



En el espacio de un segundo imagino tu rostro en la oscuridad, la noche solitaria agiganta la imagen que tengo de ti. Siento como por años te he esperado, eres oscuro, temible, atrayente en el peligro que representas. Se en lo más profundo de mi que no me harás daño, inexplicablemente te conozco, he soñado miles de veces con tus ojos negros, con tu tacto frió. He recorrido miles de caminos de ensueño junto a ti, quizás mi alma este destinada a estar a tu lado, quizás sea solo un capricho mío, una fantasía, un sueño recurrente.
Esta noche yo dormía profundamente. Te apareciste ante mí, todo en ti eran sombras, tu pelo, tus ropas, tus ojos; solo tu piel pálida irradiaba un tipo de luz que no ilumina. Te mire y leíste mi mente, pensamientos que flotaban fuera de mi como palabras dichas en forma de niebla.
--es para no despertar a los durmientes, para no despertarte.
Aun dormida, sin entender del todo lo que sucedía, me levante y tome su mano.
--camina con migo--me dijo--recorre mi reino, conócelo, conóceme como yo te conozco a ti.
Lo hice, camine junto a él, fueron minutos, horas, días y luego otra vez minutos,  recorriendo aquel mundo. Prados maravillosos, paisajes de tal belleza que hacían llorar, criaturas solo posibles en la imaginación de niños, hermosas fragancias, si fragancias, sueños en los que solo veías perfumes, olías colores y tocabas la luz. Un mundo calidoscopio, lleno de luz y fantasía maravillosas; un mundo que contrastaba con él, figura oscura y llena de secretos.
--¿porque me mostras esto? No pareces parte de este mundo de Sueños y sin embargo todo lo dominas, cambias los colores y las formas a tu parecer, eres el señor de todo esto y sin embargo eres oscuro y pareces triste.
 Me miro a los ojos y sencillamente me dijo
--todavía no entiendes-- tomo mi mano, abrió una grita en el aire frente a nosotros y me introdujo en la oscuridad-- ten calma, nada podrá alcanzarte mientras agarres mi mano, todo es parte de mi mundo y yo lo controlo, quiero que me conozcas completamente, la luz es parte de mi mundo y la oscuridad también.
Lo mire y todo en el era claro, sus ropas negras eran doradas, su pelo antes negro ahora era rubio, sus ojos antes también oscuros cambiaron a azul. Pero su piel ahora era negra. Una imagen en negativo del ser que cada vez me fascinaba más.
--enseñame todo--dije con convicción, y esta parte de su mundo duro una eternidad, de terribles pesadillas, inimaginables monstros, horribles terrones y lo peor y más ruin que alguien pudiera soñar. Finalmente puso fin a este siniestro paseo llevándome a una ciudad de cristal, la que yo reconocí de un sueño que tuve desde pequeña, una ciudad con casas de cristal, animales de cristal y personas de cristal. Curiosamente recordé lo maravillada que me sentí, y como el sueño se convirtió en pesadilla cuando todo comenzó a romperse a mí alrededor, como era mi culpa y cuanto me hacía daño los cristales y la belleza destruida.
--basta, no recuerdes mas--dijo mientras me abrazaba--recordar e imaginar aquí es peligroso, puedes volver el sueño pesadilla, puedo pararlo, pero será tarde y habrás despertado y yo ya no estaré a tu lado esta noche.
-- está bien, pero has que olvide el sueño, has que piense en otra cosa-- entonces me beso.
Fue un beso dulce, cargado de promesas, uno de esos besos que demuestran ternura y cariño. No sé cuando empecé a devolver el beso, se que fue uno de los mejores de mi vida. Prometía pasión y amor, un amor soñado, irreproducible. Entonces paro. Sorprendida mire a sus ojos, no más negros ni azules, si no simplemente incomparables, remolino de colores innombrables, se mezclaban todos y ninguno. Y en silencio el me pidió que parara. Que me alejara, me dio a entender que le diera un minuto y me explicaría.
Eso hice, me alejé unos centímetros y lo volví a mirar.
--mira a tu alrededor-- mire y la ciudad de cristal brillaba, resplandecía en tonos rosados y rojizos-- esa eres tú, la ciudad te representa en mi mundo. Fue tu primer sueño y, aunque no lo sepas todas las noches vuelves aquí, cuando no duermes puedo ver tus emociones parado desde esta colina, son colores, toda tu eres colores. Desde que creaste esta ciudad en tu sueño yo me acerco a verla todas las noches, me maravillaste, vi tus sueños, tus metas y también tus pesadillas y temores. Fui testigo cuando la ciudad se vuelve azul, y aprendí que es símbolo de éxito y objetivos logrados. En cambio cuando estas triste se vuelve gris y todo es quebradizo.
-- y ¿el rosa? ¿El rojo?--le pregunte, sabiendo que nunca me había sentido así-- ¿Que quieren decir?
--Sabes que no tienes que preguntar eso-- sus ojos brillaron al mirarme, aun en remolinos de color, tomo mis manos en las suyas y continuo-- Te conoces mejor que yo, y sabes que este sentimiento es equivocado. Yo lo sé, y por un lado lo lamento, por otro la euforia del momento me consume. Me enamore de ti hace años, hace años te visito, nunca he permitido que me recuerdes en la vigilia, pero ya no soporto el anonimato, quiero ser amado y recordado, no un simple sueño. Es egoísta elegirte, pero quería que me ames y creo que lo logre, creo que por eso no has amado antes, y creo que por eso esta rosa y roja la ciudad.
Dicho esto me beso otra vez, y bajo colores inimaginables nos amamos, hermosa unión de un par de almas solitarias, compañeros en la eternidad  e imposibles en la vida real.
Reconoció su amor mi amante de ensueño y esa noche nadie tubo pesadillas. Soñaron un sueño maravilloso que solo yo recordaría. Y luego, colmados de felicidad susurre a su oído.
--yo nunca me olvide de tus visitas...
Y la Ciudad de Cristal brillo azul.



Flor Nicola

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