Cuentagotas

Rumbeando por la vida,
sorteando fantasías.
Retomando caminos olvidados.
Devolviendo golpes bajos.
Problemas pasajeros, graves y pequeños.
Cabezonadas sin sentido.
Miedos, inseguridades.
A veces nos paralizan. Nos congelas las piernas
y no corremos.
Nuestras propias medusas son.
Habitantes de nuestras mentes.
Nos ven con sus ojos helados
y en estatuas de piedra nos convertimos.

Cuesta,
cuesta romper la coraza del miedo
Cuesta,
cuesta abrirse paso en las selva de dudas
y también cuesta abrirse paso
en el camino lleno de escombros,
sembrados por la inseguridad e nuestro carácter.

La falta de confianza que a veces nos toma.
Nos rodea,
degastando nuestros aliados más poderosos:
loa amigos, la familia, los amores.
En fin, nuestros cariños.
La desconfianza nos aísla,
nos pone a merced de nuestros enemigos.
Enemigos internos,
que viven dentro nuestro.
Nos consumen,
nos debilitan,
nos atacan y destruyen.

¡AYUDA!
Los necesito.
No me dejen sola.
Este grito desesperado,
a altas horas de madrugada,
surge de mi corazón desesperado.

No puedo pedirle ayuda a mi Dios,
no se cuando deje de creer que me escucha.
Insignificante hormiga en el mundo,
vida absurda entre siglos.
No soy más que una mota de polvo en el tiempo,
y un segundo en la vida del universo.

Todo depende del cristal con que lo mires.
Mi vida para mi es lo más importante,
lo mas grande,
lo más relevante.
Esta, en comparación con las eras,
con una montaña, con los océanos;
no es más que un segundo,
que un simple grano de arena.

A cuenta gotas la vida se me escapa,
cruel reloj de arena que gasta mi tiempo.
Desespero en el mar de mis horas,
denme fuerzas para seguí adelante.

Flor Nicola